Las 5 mejores recetas andaluzas: platos con arte que debes aprender a preparar
Si hay un rincón de España donde la cocina te hace sentir el sol, la brisa del Mediterráneo y hasta el olorcillo del aceite de oliva en el aire, ese es Andalucía. Sus recetas combinan sencillez, sabor y tradición, y cada bocado cuenta una historia: tapas improvisadas, platos de cuchara, comidas en la calle y reuniones que se alargan. Hoy te traigo un pequeño tour gastronómico por las 5 recetas andaluzas imprescindibles. La cocina andaluza es un canto a la sencillez y a los ingredientes de calidad: aceite de oliva, pescado fresco, legumbres y verduras que hablan por sí mismas. Estas cinco recetas son solo una muestra, pero te permitirán viajar por Andalucía sin moverte del salón, sentir su alegría en la mesa y, sobre todo, disfrutar de cada bocado sin prisas. Así que ya sabes: ponte el delantal, prepara el pan, y lánzate a cocinar estas maravillas andaluzas. Porque en Andalucía se come con gusto… y con mucho arte (y un poquito de diversión en cada plato). Empezamos con un clásico que enamora a la primera cucharada. El salmorejo tradicional es cremoso, fresco y lleno de sabor, hecho con tomates maduros, pan del día anterior, ajo, aceite de oliva virgen extra y un toque de sal. Un plato que demuestra que lo sencillo puede ser absolutamente espectacular. Perfecto para días de calor, para abrir boca o para presumir de “chef improvisado” ante tus amigos. Corta y tuesta el panCorta el pan en daditos. Colócalos en una bandeja de horno y mételos a 160 °C 10 minutitos. Luego, déjalos que se enfríen tranquilamente y pásalos a un bol. Sí, este pan tostado será la base de nuestro salmorejo. Añade los tomatesAñade el tomate cortado, el ajo, un chorrito de aceite, un toque de vinagre, sal y pimienta sobre el pan tostado. Deja que el pan se reblandezca un poco y después tritúralo. Tapa y enfríaBate todo hasta que la crema tenga una textura fina y sedosa. Luego, cúbrelo y mételo en la nevera para que esté fresquito cuando llegue la hora de la verdad. Eso sí, antes de servir, no te olvides de removerlo; queremos que todos los sabores se mezclen. Decora y sirveDecóralo con huevo duro picadito, jamón serrano en taquitos y, si te apetece, unos picatostes que crujan en cada bocado. ¡Y listo! Prepárate para ver caras de felicidad en la mesa. Crujientes por fuera y jugosos por dentro, los flamenquines son tiras de lomo de cerdo rellenas de jamón, empanadas y fritas hasta que digas “¡otro más!”. Se sirven con patatas fritas o ensalada y son el comodín de bares y tabernas. Aviso: uno solo rara vez basta… y si lo intentas, ¡seguro que terminarás pidiendo la segunda ronda! Aplana los filetesColoca los filetes entre dos hojas de papel de horno y dale unos cuantos “rodillazos” con el rodillo hasta que queden finitos como una lámina. Sazónalos un poquito y prepárate: estos van a ser los protagonistas de nuestro espectáculo crujiente. Haz un majado con almendrasLava el perejil, pela el ajo y pícalos bien finos. Mézclalos en el mortero con las almendras, el azafrán, la nuez moscada y un chorrito de jerez, y machaca todo hasta formar una pasta densa. Añade un huevo y remueve hasta que quede bien integrado. Unta el lomoExtiende los filetes en una fuente grande y unta generosamente la pasta anterior. Cúbrelos con film y deja que se enfríen en la nevera durante 12 horas. Enrolla el jamónPon una loncha de jamón sobre cada filete. Enróllalos apretando bien para que queden compactos. Aquí empieza a oler a gloria… Sujeta con palillosNo queremos que se desarmen en la sartén, así que asegura cada rollito con uno o dos palillos. Tranquilo, luego los retiramos. Reboza los rollitosPrepara un plato con pan rallado y otro con huevos batidos. Primero pasa los rollitos por el pan rallado, después por el huevo y, por último, vuelve a empanarlos. Es como vestirlos con su mejor traje crujiente. Déjalos en la neveraPon los rollitos en una fuente, cúbrelos con film y deja que reposen 2 horitas en la nevera. Después, repite el rebozado. Fríe los flamenquinesFríe los flamenquines en abundante aceite caliente, por tandas, 2 minutos por cada lado, hasta que estén doraditos y crujientes. ¡Huele increíble! Desde Cádiz nos llega esta joya, las tortillitas de camarones. Finos camarones, harina, agua, perejil y un toque de sal se mezclan y se fríen. Cada bocado es un pedacito del mar andaluz, y lo mejor es acompañarlo con un vino fino o un rebujito en verano. Pica la cebolletaPela la cebolleta y córtala finita. Añade un par de ramitas de perejil picadas. Esto te tomará tan solo un par de minutos. Prepara la masaEn un bol grande, vierte las harinas. Añade la cebolleta y el perejil picados, una pizca de sal y remueve todo hasta formar una masa bien integrada. Agrega los camaronesAhora toca lo bueno, añade los camarones y 350 ml de agua. Mezcla bien hasta obtener una masa líquida y manejable. Si la ves muy espesa, añade un poquito más de agua, cucharada a cucharada. Queremos que la masa quede lista para formar tortillitas crujientes. Dora las tortillitasCalienta un fondo de aceite en la sartén. Cuando esté bien caliente, vierte un cucharón pequeño de la mezcla y deja que se dore por un lado hasta que esté crujiente. Luego dale la vuelta y deja que se haga el otro lado. Colócalas sobre papel de cocinaDela las tortillitas reposar sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Repite hasta terminar con toda la masa. Y listo: sírvete estas joyitas recién hechas y prepárate para aplaudirte a ti mismo por semejante obra maestra crujiente. Un plato que no puede faltar en Sevilla: espinacas con garbanzos. Sencillo, reconfortante y lleno de sabor, combina espinacas, garbanzos cocidos, ajo, pimentón y aceite de oliva. Ideal como plato único, es la versión andaluza de comer sano sin renunciar a un sabor potente. Pon en remojo los garbanzosLa noche anterior, deja los garbanzos en remojo. Al día siguiente, colócalos en una olla junto a las hojas de laurel y una cebolla pelada. Cubre con agua y cuece a fuego lento durante una horita. Es como darles un spa antes de convertirse en protagonistas del plato. Echa salPasado el tiempo, añade media cucharada de sal y deja que los garbanzos sigan su cocción otros 20 minutitos. Luego, apaga el fuego y reserva. Ya empiezan a oler… y vaya si huelen bien. Cuece y pela los huevosCuece los huevos 10 minutos, retíralos y, cuando estén tibios, pélalos con cariño. Resérvalos para el gran momento final. Lava las espinacasLava las espinacas con agua abundante, porque suelen traer algo de tierra escondida. Corta los tallos y separa las hojas. Mientras se escurren, pela y pica fina la otra cebolla y dos dientes de ajo. Fríe el pan y el ajoCalienta un poquito de aceite en una cazuela. Fríe una rebanada de pan seco y un diente de ajo entero. Retira y resérvalos. Luego, añade la cebolla y los ajos picados y sofríe todo 5 minutos. Agrega pimentónIncorpora el pimentón dulce y remueve solo unos segundos, que se quema en un pestañeo. Cubre con un litro de agua y prepárate para la magia. Incorpora el bacalaoAñade los garbanzos cocidos y el bacalao desalado, cortado en dados. Cuece todo junto entre 8 y 10 minutos más, siempre a fuego lento. Maja el pan y el ajoMientras tanto, haz una picada con el pan y el ajo frito. Agrégala al potaje junto con los huevos duros cortados en cuartos. Cuece un par de minutitos más, apaga el fuego… y listo. Sirve bien caliente. Cerramos con dulce… y con clase: el tocino de cielo, directo desde Jerez de la Frontera. Hecho con yemas de huevo, azúcar y agua, su textura sedosa y su aroma intenso son puro vicio. Aviso: mirar sin probar es prácticamente imposible. Cuece la lechePrimero, disuelve la gelatina neutra en 1 dl de zumo de naranja. En un cazo aparte, mezcla el resto del zumo con la leche y el azúcar. Lleva a ebullición mientras remueves de vez en cuando con una cuchara de madera. Mezcla y pon en los moldesAñade la gelatina disuelta al zumo con leche, aparta del fuego y deja que se temple un poquito. Vierte caramelo en un molde cuadrado o rectangular y mueve para que cubra bien fondo y paredes. Luego, añade la mezcla y tapa con film. Deja que cuaje 12 horas. Decora y sirveDesmolda con cuidado el tocinillo sobre una fuente y córtalo en cuadraditos perfectos. Riégalos con un poquito del caramelo del molde y decora con hojas de menta lavadas. Aviso legal Contacto Publicidad Staff Política de privacidad Notificaciones Gestionar Cookies Política de cookies Política de afiliación Canal ético ISSN 2938-8651 Semana El Mueble InStyle National Geographic NG Viajes NG Historia Clara Cuerpomente Arquitectura y Diseño Saber Vivir Escuela Cuerpomente Speak Up Interiores Cosas de casa