Hemos estado unos meses mirando un proyecto de reciclaje y sigue siendo alucinante cómo la granza virgen es mucho más barata que reciclada.

Pero que no tienen vinculación directa para limitar un proyecto o condicionar presupuestos.

Son papel mojado

Culpabilizar a la gente, en general, me parece poco riguroso y hablar desde la superioridad moral que puede dar estar formado o tener tiempo para ello.
La falta de cultura democrática no es culpa de la gente. Es la mejor estrategia del sistema para que nos veamos ajenos a las decisiones.

Ejemplo evidente:
Modificación de la Ley de l'Horta en Valencia, modificación de la planificación urbana para quitar suelo de huerta protegido y cambiarlo a terciario.
Los informes de impacto ambiental son ridículos porque las estrategias que mencionan no tienen consecuencias de incumplimiento.

Es que no tienen ninguna implicación directa ni en presupuestos, ni en urbanismo, ni en industria, ni nada.

Facing the sun?

Es un bucle pernicioso que agota recursos, nos ahoga y prepara un futuro distópico que está en nuestras manos romper.
No hay otra salida que la respuesta colectiva: aquella que desea un mundo mejor.

La política debe estar a la altura.

Este negacionismo intencionado se traduce en políticas públicas desastrosas: recortes en prevención, desregulación del suelo, inacción en adaptación hídrica y energética. Y la privatización de todo ello.

Hasta tu propia seguridad y necesidades bssicas.
Es un crimen ecosocial

Y esta circunstancia hila a la perfección con el negacionismo climático como herramienta del neoliberalismo para estrujar recursos hasta el final.
Pero se cuidan bien de asegurarse los recursos futuros.

Es la ceguera voluntaria ante la evidencia científica.

Pero también en el otro extremo: las DANA y las lluvias torrenciales. Un aire más caliente retiene más humedad, liberando tormentas más violentas y destructivas.
Ya lo sufrimos en Valencia.

Sigue sin haber un Plan Estratégico de adaptación al cambio climático.

¿Y cómo se ve esto en España? Con una crudeza brutal. La retroalimentación nos golpea en forma de sequías extremas que desertifican el sur y el este, y olas de calor que ya son la principal causa de mortalidad asociadas al clima. Solo 2025, llevamos más de 1.180 muertes por las altas temperaturas.

Otro efecto fácil de entender son los incendios: los gases de efecto invernadero provocan el calentamiento y las sequías que favorecen los incendios que, a su vez, emiten más gases de efecto invernadero.
Y vuelta a empezar, con un ciclo amplificado.

El ejemplo más claro es el deshielo. El hielo blanco refleja el sol (albedo). Al derretirse, deja al descubierto el oscuro suelo o mar, que absorbe más calor. Más calor = más deshielo. Un círculo vicioso que acelera la catástrofe.

Los sistemas de compensación acaban colapsando y entramos en un terreno desconocido de incertidumbre en torno a la retroalimentación.

Imaginemos un bucle. Un poco de calentamiento inicial (por nuestros gases) desencadena procesos naturales que, a su vez, liberan más calor. El sistema climático, en lugar de equilibrarse, se autoamplifica. Es la pesadilla de la inercia.

Es una mezcla de sociópata y psicópata muy peligrosa.

No, ese es el verdadero problema.
Que los procesos de debate e información son penosos.

Por eso intentamos ayer organizar algo informativo a lo que negaron la difusión por los canales oficiales.

¿Hay que actuar en los barrancos?
Sí, pero desde el análisis del contorno de los mismo, de la crisis climática, de la perdida de suelo de huerta y bosque.
La resiliencia no puede centrarse en el hormigón.

Rigor técnico, conocimiento del contexto y mirada larga.

El verdadero problema es que responde únicamente a una cuestión electoral.
Quieren poder presumir de haber hecho algo aunque suponga gastarse más de 200 millones en una chapuza que puede llevar consecuencias catastróficas a otros pueblos.