Siempre que escribo crushes mi cerebro añade Barakaldo.

Ahora estoy con la versión de Emil Gilels, por comparar. (Que sin los ucranianos, por cierto, la llamada escuela rusa pierde un montón).

Jajajaja. Es cuando se escribe sin gafas.

Lo he conseguido oír, tras un paseo por el barroco. No me duelen prendas (ni me aprieta demasiado la talla 38) en reconocer que tenías razón.

Mira, lo acabo de comprobar y sí que tenía razón. Soy fiabilérrimo, al parecer.
(Pero casi me gusta más la versión más de los Jupiter que la del Giardino; entenderé los aufollows 😂).

En un disco de arias de Vivaldi, Bartoli creo que la incluyó la segunda que se canta aquí. Pero no lo creas a pies juntillas: no soy muy fiable en estas cosas.

Sí. Es la culminación del concierto, a mi entender.

Minuto 48:10 y siguientes para quienes se quedaron en las estaciones (y no me refiero ni a Atocha ni a Chamartín).

Y ahora, la barroca miscelánea que protagoniza una de mis crushes mayores. Si tenéis una horita libra, echadle un oído. Mola mil.