Buenas noches, o lo que sea que quede de ella.
Y gracias —supongo— por la conversación.
Atentamente,
yo.
Buenas noches, o lo que sea que quede de ella.
Y gracias —supongo— por la conversación.
Atentamente,
yo.
Pero no te confundas, no te necesito para recordarme que estoy vivo. Lo sé perfectamente. Cada año, cada cicatriz, cada logro y cada pérdida me lo gritan de sobra. Si te quedas, será porque te da la gana, no porque yo te invite.
Pero no te confundas, no te necesito para recordarme que estoy vivo. Lo sé perfectamente. Cada año, cada cicatriz, cada logro y cada pérdida me lo gritan de sobra. Si te quedas, será porque te da la gana, no porque yo te invite.
También te confieso algo: me da respeto —no miedo, respeto— pensar que en seis o siete años estaré entrando en territorio desconocido. Una edad sin referencias familiares.
También te confieso algo: me da respeto —no miedo, respeto— pensar que en seis o siete años estaré entrando en territorio desconocido. Una edad sin referencias familiares.
He vivido cosas que ellos no vivieron. He caído, he peleado, he vuelto a levantarme, y me he convertido en alguien del que puedo estar orgulloso. En alguien que ha ido construyendo una vida que, a pesar de todo, tiene luz
He vivido cosas que ellos no vivieron. He caído, he peleado, he vuelto a levantarme, y me he convertido en alguien del que puedo estar orgulloso. En alguien que ha ido construyendo una vida que, a pesar de todo, tiene luz
Y ya que estás aquí, te lo digo sin rodeos:
me siento afortunado
Y ya que estás aquí, te lo digo sin rodeos:
me siento afortunado
Y vaya si pienso.
Pienso en todo lo que he vivido, en lo que he conseguido, en cómo he avanzado por caminos que mis padres ni siquiera pudieron pisar.
Y mira que ellos lo intentaron, cada uno a su manera.
Y vaya si pienso.
Pienso en todo lo que he vivido, en lo que he conseguido, en cómo he avanzado por caminos que mis padres ni siquiera pudieron pisar.
Y mira que ellos lo intentaron, cada uno a su manera.