1. Muchos de nosotros no tenemos relación con nuestras familias de sangre porque el capacitismo también se da en casa (o por otros motivos). También puede ser una época dolorosa porque nos recuerda las navidades/cumpleaños/fechas señaladas que nos hemos perdido. Y esto es súper válido.

2. Sabemos que son las fiestas pero tenemos las mismas energías/dolores/sobrecargas de siempre. Esto puede limitar mucho nuestra vida social, u obligarnos a un sobreesfuerzo que pagaremos después. A lo mejor tu amigue disca no puede verte, pero eso no significa que no te quiera.

3. Muchos entornos navideños son poco accesibles o directamente hostiles para la gente disca. Por ejemplo, las personas en silla de ruedas tienen aún más dificultad para navegar espacios públicos, que ya es una cosa extraordinariamente dificultosa en condiciones normales.

5. Algunas personas agradecen gestos sencillos de adaptabilidad en casa (por ejemplo, habilitar una habitación tranquila para que puedan ir a aislarse del barullo y la demanda de la celebración, o darles la oportunidad de graduar las luces, o permitirles sentarse en el centro de la conversación).

Muchas gracias, un abrazo de vuelta.