La manipulación mediática es tal que hablamos de Juan Lobato mientras el origen de la trama, el novio de Ayuso, pasa de puntillas. Pero claro, es más fácil distraer que señalar. ¿No será que el ruido es parte del negocio? Qué conveniente que el foco siempre apunte a otro lado.

Para Feijóo, el buen pensionista acepta sin quejarse que no le suban la pensión por sus hijos. El malo quiere llegar a fin de mes. Lo peor: hay pensionistas que lo votan, como si la bandera pagara facturas. Recortarán derechos, pensiones, sanidad, pero tranquilos: ¡yo soy español, español, español!.

La estrategia de MAR, el Goebbels cutre de Ayuso, es clara: control de medios, desinformación y distracción. Hablamos de todo menos del novio delincuente de Ayuso y su corrupción. Mientras, la sanidad y educación pública se hunden, los ricos se forran y la ignorancia alimenta el populismo más ruin.

Si eres demócrata, el franquismo debería ser tan relevante en tu vida como un VHS en la era del streaming. Reflexiona: ¿cómo puedes abrazar la democracia sin ser antifascista? Es como querer un café descafeinado que te despierte. ¡Incoherente y absurdo!