Esa es la actitud!

Ahora solo falta que el mundo nos escuche, salga de su Caverna de Platón y dé credibilidad a nuestras palabras.

NÉMESIS/AMELIA LA GATA

No lo dudes: Somos los héroes de nuestra propia historia. Y lo somos porque no sólo hemos sobrevivido, hemos podido salir victoriosos de la batalla y curar las heridas que nos deja nuestro depredador.

...mientras todos memorizaban -memorizábamos- las obras completas de Cervantes; mientras desafiaban -desafiábamos- la ley de la gravedad con monopatines, bicicletas o escalando a árboles; nosotros además aprendíamos a superar las agresiones del depredador más despiadado de la tierra.

No tienes sentido del riesgo y tu mente abierta te enseña más: Mientras los otros niños estudiaban -estudiábamos- para ser los mejores abogados, o el mejor médico; mientras los otros aprendían -aprendíamos- las tablas de multiplicar o a hacer un pentágono regular en el colegio...

Podemos sentirnos orgullosos porque hemos sido héroes a pesar de ser niños. Y tal vez el hecho de ser niños es lo único que nos ha dado ventaja en todo esto, porque es en la infancia donde eres capaz de creerlo todo, de asimilarlo todo, hasta el terror más absoluto.

Nuestra historia es auténtica, sin artificios, sin banda sonora, aunque a muchos les parezca una nimiedad porque solo fue una vez, una leyenda porque es imposible que le haya ocurrido a los hijos de su vecino durante años sin que se hayan dado cuenta, o un thriller basado en un libro de Stephen King

Porque nosotros hemos sobrevivido sin súper-poderes, sin preparación, sin magia, sin armas y lo más importante, lo hemos hecho en la vida real.

Hasta aquí el "resumen" de mi carta. No obstante, si tienes curiosidad, igual te es más cómodo leerla entera en mi blog:

CARTA ABIERTA A LA SOCIEDAD
nemesisenelaverno.blogspot.com/p/carta-abie...

Pero no me mandes callar, no empieces con consejos random de charlatanes, no cambies la conversación, no intentes hacer que no te has dado cuenta. Escucha. Porque normalmente no deseo tus consejos, sólo tu oído o tu compañía.

Necesito que entiendas mis cambios de humor y de ánimo. Mi necesidad de hablar, de sacar fuera mis demonios, esos que a ti te parecen tonterías, o callar porque en ese momento el dolor me puede. Y espero que cuando eso ocurra tú me acompañes sin juzgarme y me ayudes a expresarme.

Y cuando esté contigo, a solas, en la tranquilidad de un paseo por la playa, o ante un café, o sentados al calor de un hogar, necesito que me comprendas cuando me aíslo de todo, cuando me alejo de ti, cuando lloro sin motivo aparente, cuando te respondo mal o guardo silencio.

Necesito que les cuentes a todos nuestra realidad, que rompas los tabúes y falsedades que sobrevuelan las conciencias de todos. Tal vez te pido algo difícil, pero es importante para mí. Necesito que rompas el silencio.