Es el fin de la versión cómoda de nuestra profesión.
Toca evolucionar.
Toca incomodar.
Toca hacer cosas que una máquina no entiende… todavía.
Y ahí es donde seguimos los que llevamos años partiéndonos la cabeza para crear algo que importe.
Es el fin de la versión cómoda de nuestra profesión.
Toca evolucionar.
Toca incomodar.
Toca hacer cosas que una máquina no entiende… todavía.
Y ahí es donde seguimos los que llevamos años partiéndonos la cabeza para crear algo que importe.
No estoy preocupado.
Estoy atento.
Las herramientas cambian. El oficio no.
La creatividad sigue siendo humana, y lo seguirá siendo mientras haya alguien dispuesto a pensar más allá del botón de “generar”.
No estoy preocupado.
Estoy atento.
Las herramientas cambian. El oficio no.
La creatividad sigue siendo humana, y lo seguirá siendo mientras haya alguien dispuesto a pensar más allá del botón de “generar”.