Una mujer que nos demuestra que lo más aterrador es lo que vive dentro de uno mismo. Que nos cuestiona sobre la frivolidad y la indiferencia política que se esconde detrás de la sonrisa que se nos dibuja al saber que nuestro nombre no es el ganador de la lotería. 

Punto final: ⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️

Ella no necesita de géneros ni estéticas: es una artesana de atmósferas. Maestra de esa intoxicante sensación de ahogo que una buena trama es capaz de crear sin necesidad de exagerar.

No hay nada en este mundo que pueda decir sobre Shirley Jackson que no se haya dicho antes. Su genio vivirá por el resto del tiempo. Sus palabras, filosas y exactas, se quedan impresas en la mente de su lector.

Su presencia oscurece el sol y enfría los campos; provoca sonrisas nerviosas y más plegarias que cualquier enfermedad. Algunos se quedan en casa. No la quieren ver; sin embargo, de sus entrañas el veredicto es final.

Coincido con Amon, es muy buen villano. Inspira miedo.