Te está quedando de flipar 😍🖤 Eres la hostia

Igual sin prisa encontramos quién es el tuyo 😍

Desde que te dije eso ahora sé que te protege alguien que fue muy bueno en lo suyo y que de tan guay que era, la gente quería enterrarse cerca de él. Fandom funerario.
(Luego la iglesia los convirtió en mártires, pero de primeras eran gente molona sin religión específica)

Supermegaenhorabuena 🖤🖤🖤🖤

Vivo en mitad del campo como quien dice y tengo la misma banda sonora que tú ahora mismo, pero llevo ya tanto oyéndola que mi cerebro la ignora XD
(Además me llamo Paloma y me ha hecho gracia tu bluit 😂)

Ángel Matarán, maestro, 49 años
Alfonso Matarán, su hijo, 19 años
Francisco Tito, 21 años
Francisco Ruiz, 24 años
Juan Antonio Pérez, 45 años

Sus huesos ya están con los suyos. Los nietos, las bisnietas, los sobrinos ya pueden poner una lápida en un lugar y con un nombre. Ya pueden cerrar la herida

¡Hala, sí! 🖤

¡Muy bien! Liadísima pero muy contenta :) ¿y vos? Si viste un Viena es que has estado por Madrid!!

jajaja hoooolaaaaa cuánto tiempo ¡¡¡ 🖤🖤🖤

jjajaja pero qué puta maravilla es esta 🖤

Al llegar a mi estación obviamente no estaba la PULISÍA DE LOS INSULTOS para detenerme y ya he llegado a casa con ganas de ser menos empática en mi día a día y deseándole que le llegue la tele tan reventada que solo se pueda hacer una lámpara de Tiffany’s con ella.

Yo he seguido hablando con ella y lo primero que me ha dicho es «te ha llamado lesbiana y eso es discriminación» (algo sabría la buena mujer con su acento marroquí, no sé porqué me da) y hemos seguido charlando muy amigables las dos hasta que se ha bajado una parada antes que yo.

Ella ha seguido gritando al fondo del vagón, y en la siguiente parada se ha bajado a llamar al de seguridad y me ha dicho la señora que estaba dándole al botón de la estación de nuevo.

le he dicho «que me dejes, puta pesada», le he sacado el dedo índice, me ha gritado (todo a la espalda, yo seguía mi camino al fondo del vagón) «Te vas a meter el dedo en el coño, LESBIANA DE MIERDA», yo me he reído y me he sentado al lado de una señora muy maja que me ha dicho que me sentara ahí.

Y se ha puesto a llamar como loca a seguridad a gritos, luego dándole al pijorro del teléfono de la estación, mientras yo subía al vagón.
Pero se ha venido detrás. Chillando como un chihuahua, ahora que porqué le había insultado. Yo he ido avanzando por el vagón, ella detrás,

Y empieza a gritarme que porqué quería hablarle. La miro y no le contesto. Y vuelve a la carga. El tren parando. Con toda mi educación privada de 13 años en un cole de monjas le digo «Que me dejes en paz, subnormal»
Se lo ha tomado como un insulto en vez de como una apreciación.

y se lo iba a decir al ver lo afectada que estaba.
Le digo, estaba muy cerca de mi: «¿Perdona, te puedo decir una cosa?»
Y se levanta como un resorte y empieza a gritar que no quiere que la hable. Digo «Vale» y me pongo de pie porque llega el tren.