Todo es política.El pan en la mesa,el agua, el baño,la ropa, el arbolado,el techo, la siesta,el tiempo y el salario.La bicicleta, el asfalto,el alambrado y el caballo. El bien y el malse determinan en un plenario;hasta la correcta forma de amarla deciden los funcionarios.La lengua con que escribimos yel tenor de lo protestado;si escondemos o mostramos,lo que decimos y callamos. El absurdo y la razónse someten a votación;la historia ha demostradoque siempre estamos equivocados.

El cansado hombreempujado al bordepor circunstancias foráneasa su deliberada decisión,es magma en ebulliciónpara la erupción revolucionaria.El capital juega sus cartasapretándolo en demasía,hasta quitarle la alegría,la esperanza, la valía ytodo lo que le motivapara aferrarse a la vida.El que nada tiene que perderpoco le importa el resto yse llevará consigo puestotodo lo que se interpongaentre su ciego deseo yel alma que le explota.

Son las pantallas,catálogos de infinitascosas ajenas al actual nuestro,que nos provocan deseosimposibles de concretar;aún los mas sencillosen apariencia y fórmula;germinando ansiedadmezclada con impotencia,que regadas con agua realse dan a creceren forma de flor infeliz,con presteza de misil y eficiencia talque pronto colman el jardín mental,de conclusiones distorsionadassobre la insulsa vida acumulada,al ser comparada con el estándarque devuelve el portalsobre lo que se puede tenersi se es, y hace, igual a los demás.

Cierra los ojos. Respira.Inhala profundo y suelta despacio.Despacio. Despacio. Muy despacio.Repítelo tantas veces sea necesario;hasta que se detenga el mundo yte sientas flotar en el espacio. Cuando vuelvas a abrir los parpadosno serán tan crudas las noticiasni tan desesperante la situación,porque entenderás que no es tu decisióncambiar el rumbo de absurda injusticia,que ha tomado todo, por ciega avaricia. No depende de ti, sino de una mayoría,que ha cerrado los ojos por mucho tiempoy permanece flotando, pero dormida.A ti se irá la vida, entre angustias y rabietas,

Dejen al loco solo en su locura;no se pongan a su ladoni tampoco se les ocurraseguirle los pasos;terminaran atrapadosen el vacío de su amarguray perdiendo lo pocoque les queda de cordura. Vivan la felicidad de los quietos;gozando de la despreocupaciónpor los asuntos sin solución,y dejen al loco zapateadorhaciendo ruido con su zapateo;porque, acéptenlo, señores,a ustedes no le place la locurani han nacido zapateadores.

En mi rincón de soñaratesoro ideas y estrategiasque no necesitan más que encontrarquien las cobije y protejacontra las inclemencias de la realidadque destruyen sin remordimientosal más compasivo de los pensamientosen virtud de la imposibilidad.

Con el paso del tiempo he perdidomusculatura, dientes, cabellera,fuerzas, ganas, tiempo, sonrisas,amigos, padres, familia; y me repetícada día « es la vida», como un mantrapara calmar el alma y seguir andando,pero el tiempo sigue pasando yse lleva los mejores esfuerzos consigo.Deja dolores, de toda índole y tenores,que los fármacos no logran disuadir,ni las terapias ocultar. «Es la vida»,como si con la resignación llegaraun aire sanador a tocarme el espíritu;]como si alcanzara para darle marchaal motor de sudor y arrancar otra vez.

En mi ciudad, apenas un punto en el mapa mundial y Argentina, una alumna de segundo año de secundario, durante el acto de fin de año, relata para el atento público presente, la vida y obra de Nelson Mandela.Me inspira esperanza.

Si guarda la delicadeza de expresarse sobre aquello que le resulta agradable, a lo sumo encontrará quienes se manifiesten por alguna que otra alternativa o intentarán convencerlo sobre la bondad de las mismas, pero si usted tiene el mal genio de expresarse sobre lo que no le gusta, será cuantiosa la suma de pares que pasaran a cuestionar su integridad y, más aún, se declararán enemigos de su persona.

Acepte la derrota y váyase a su casa,o al menos al lugar que alquila,al cual por necesidad de pertenencia,llama ”mía”. Mi casa. Que no es tal. Tome su mejor silla y arrimelaa la ventana que mejor vista ofrezca yacomódese como para ver una fiestade desorden social. No olvide el mate. Cuando se canse de estar sentadoes recomendable acostarse un ratopara ojear las redes en el celular yhacerse una idea del caos general. Apague la luz, corra las cortinas;afuera hay un mundo perdido,

Arriba las manos yabajo los pantalones;el crédito que nos han dadotiene extras condiciones. No solo exigen el pago,con sus debidos intereses,además les apetecealgunas satisfacciones. Los lujos son costosos ypara que no lo olvidemos,además del sacrificio eternodebemos oficiar de cariñosos. Relaciones carnales consentidaspor los dueños del establecimiento,que son los que ponen la firmapero nunca ponen el cuerpo. Es la dignidad del trabajadorla que siempre se usa en el juego,como ficha de cambio y garantía,pues para ellos nada vale su vida.

No encuentro sinotristeza en la pobreza,dolor en la injusticia,indignación en la violencia,impotencia en la ignorancia,rabia en la desigualdad.Debería revisar mis valoressi les encontrara dignidad.

Yo también me detesto¿Acaso creen que me gusto?No miento cuando afirmoque guardo el mismo sentidode criterio que los demás yaceptarme si no lo hace el restosería reconocer que he mentidotantas veces como lo he repetido. Me quiero si me quieren yme odio cuando me odian.Soy fuerte con los fuertes yen exceso débil entre débiles.Soy los otros juzgándome ymimetizado en su parecer.No tengo personalidad que imponer;ni puedo cambiar mi esencia y ser.

Son gente rota, que nos está rompiendo psíquica y físicamente.Una demolición sistemática del espíritu a niveles brutales. Una degradación moral que supera cualquier entendimiento y todo lo justifican en la acción del mercado, como si ellos no tuvieran culpa alguna de lo causado. Se desligan con el discurso, pero hacen con la firma.Saben muy bien lo que están haciendo; son conscientes de sus actos y los efectos.Deprimidos y vencidos, más fácil le hacemos la tarea de dominación.

Apenas se cerró la puerta, supe que todo seguiría igual.Del lado interior quedó quien podía hacer que las cosas tomaran otro rumbo, pero se había mostrado reacio a todo cambio, por la simple razón de creer que él encarnaba el progreso, aún cuando lo expuesto olía a humedad.Hay quienes se arrogan ser los dueños de un territorio de comunidad y el faro para las nuevas generaciones, pero debajo de su cuero se esconde el miedo al paso del tiempo y se aferran a ideas obsoletas que atrasan décadas de desarrollo, tan solo por no aceptar que su momento de oportunidad ha pasado.Todo sigue igual porque los sillones huelen a los mismos culos de siempre y hay quienes les gusta oler el paño, cuando estos se levantan.

La terrible sensación del mientras tanto,me está destrozando la paciencia;la interminable angustia del que esperaestá consumiendo mis mejores años. Los intentos vanos de hacer caminovan desgranándome la integridad;ningún lugar se siente cómodoni sentido alguno tienen los modos. Todo se expresa como un dolor tras otro,en esta caída espantosa y sin fondo;precipicio oscuro de atmósfera densaque hambrienta absorbe mis pocas fuerzas. Un lodazal imposible de traspasar,me encuentro tras cada puerta que abro,esperando encontrar una oportunidadpara echar a andar hacia un destino claro.

Nada, ni la sombra de algo parecido a un sueño,parece asomar en las ideas de éste gobierno,que a pasado a funcionar en modo quieto;como si todo estuviese ya hecho y no más restamantenerlo en correcto funcionamiento.Han renunciado al proyecto de hacer futuro,con la absoluta convicción de los necios yexigen a los soñadores, que hagamos silencio.

No confíes en ellos; quieren moldearte a su forma de vida.¿Has visto el mundo que han hecho? Un asco.No les sigas, aun cuando te juzguen y se burlen.Déjalos vivir su estúpida existencia. No los necesitas.No te rebajes a su pobreza material.

No quiero volver a ningún lugar,ni época o especifico momento;siempre quise estar en el futuro ycada día lo sigo queriendo.Me gusta pensar que vendráninevitables mejores tiempos;será por eso que me duele tantoel espanto de ver aún todo igual.

Nada puede pasar por los ojos y ser olvidado; nomás queda archivado en un rincón, entre tantas otras cosas, para volverse vívido en el instante menos esperado. La memoria tiene métodos que rozan la traición y otros que fabrican regalos.

De pronto, por dictadura de una juventud que no lee ni se interesa por la historia, nos vemos arrastrados a un destino que harto demostrado está de ser un fracaso.Nosotros, los entrados en la vejez temprana, nos sentimos el descarte de un tiempo mejor, que dejó de ser en nombre del futuro, que es hoy.

Por suerte, siempre el arteestá de nuestra parte,para refugiarnos de los palos,gases, narcos y el mercado;nosotros tenemos música,poesía, plásticas, teatro.Ellos tienen la hipocresía ysus contratos; nosotros la unión ylos lazos humanos.Ellos tienen la opinión ynosotros los estudios de posgrado.Ellos tienen el odio, y nosotrosla esperanza; poca, pero alcanza.También odiamos, pero no a todos;nomás a unos pocos que esparcenmiseria y discursos venenosos.Somos más y no hay duda alguna,que si nos encontramos aliados,más temprano que tarde,¡habremos triunfado!

Mi mayor decepción es con el pueblo argentino; por su nulo patriotismo e inexistente orgullo. Le place ser esclavo y colonia de potencias anglosajonas; se erotiza con lo de afuera.Llamarle "pueblo", es demasiado generoso en mi parte, pues apenas es un rejunte de gente que habla el mismo idioma. Siempre ha sido lamebotas del poder y del patrón, salvo algún moscardón rebeldón que se anda pavoneando en patota, el resto ha sido siempre carne de cañón.El habitante promedio de este país, se niega a sí mismo; niega su origen, como si les diera vergüenza su tierra; por eso la entregan para que los patriotas de sus patrias se la pongan de camiseta.