Si bien es cierto que la serie ya presentaba signos de fatiga el inicio es sólido y tiene un final de acto apabullante de este Vol I. Su peor enemigo es la sombra alargada de su anterior temporada, la mejor y más redonda de toda la serie. Esperemos que el final esté a la altura.

Esto obliga a ciertos momentos de sobre explicación y flashbacks que pese a necesarios (pesan los 10 años de longevidad de la serie), lastran su ritmo. Sus capitulos de inicio y final contrastan con una parte media que da desazón y sensación de relleno salvo momentos puntuales.

Se nota un esfuerzo para que esta temporada sirva para “cerrar el círculo” recogiendo hilos y tramas mostrados en otras temporadas que habían quedado en muy segundo lugar o casi directamente olvidadas por largo proceso de producción. Recordemos que hace 3 años de la última .

Lo más aterrador es que está haciendo que realmente queramos a esos pequeñajos. Y conociendo a Muschetti pinta que la hostia que va a darnos será dolorosa.

Su mayor virtud a mi parecer es humanizar al protagonista, haciéndolo vulnerable, alejándolo de lo heroico. En clara oposición divertida al símbolo en que se va convirtiendo. Simplemente es alguien que intenta sobrevivir y que jamás lo lograría sin ayuda o suerte (a veces ambas).

Limitarse a verlo como un remake de la del 87 es algo corto de miras. Pese a tener memorables escenas de acción, (y su discutible campaña publicitaria). Está más cercano al thriller corporativo distópico, con mucha sátira y humor (no olvidemos su director) que al blockbuster.