—Ya veo...

no les culpa, sabe bien lo difícil que es proteger los mundos o arreglar las catástrofes.

—Si nos han elegido como los sucesores... ¿hay alguna guía que seguir? ¿Reglas?

ella no lo necesita del todo, pero vamos que los demás pueden necesitarlo.

—Uy, pues yo no sé si voy a tener hueco en mi agenda, ¿eh? ¡Las idols no solemos tenemos mucho tiempo para ir salvando el mundo!—aventuró airosa, decidida a fluir con la situación—. Tengo una pregunta. ¿Cómo vamos a hacer para ir y venir de nuestros mundos?

Se rascó una mejilla, intentando asimilar toda la información.

¿No les iba esto un poco grande? Se supone que ella -y su grupo- iban en camino a salvar UN único mundo y ya se sentía una tarea titánica.

—¿Por qué nosotros...?

¿Qué tanto en el pasado?
¿Estamos en el amanecer del multiverso, entonces? Porque entonces, alguien reconocería las estrellas.

Don't you dare. Please just don't.

cállate, a mi no me digas mierdas que ya sé.

—Mira, no da más. Entre no saber dónde está, la vocacita de mierda diciendo no sé qué de que se ha jodido la realidad y la humillación gratuita, es que prefiere no hacer nada.—

Y tú te callas también. >

... Entonces, ¿El problema es para aquellos que no conocemos ninguno?
Tampoco es que, huh, pueda desentenderme, pero.

Había estado mirando el lugar con Mamahaha al despertar, dejando la "investigación" de los pedestales a los demás, mas una vez que la estatua pareció cobrar vida y la voz...

—¡Eras tú!

se acercó sin pensárselo dos veces, escuchando las palabras con atención.

—¿Destruir la realidad..? Pero, ¿cómo?

No sé si esta conversación es a dos lados, pero...
¿Queda algo ahí fuera? Hay estrellas, tiene que haber algo, en la lejanía...