En el Madrid de Ayuso buscaba libertad, y me encontré con la boca llena de cerveza y de tapa unos folletos qué decían no sé qué de un sindrome si abortaba.
Mientras militantes del partido en el gobierno sean de esos qué a su vez especulan con el precio de la vivienda, y la propiedad privada esté por encima del derecho a vivir en una casa, no se va a solucionar nada. Sólo bla, bla, bla,