Me esperaba algo más de la ganadora de Annecy de este año. No es que sea una mala película, pero sí da la sensación de que cuenta algo que ya hemos visto muchas veces en el cine de animación. Eso no sería un problema si lo hiciera con una mirada o una emoción nuevas, pero en este caso el resultado no me acaba de convencer.

Nueva adaptación de la novela japonesa de Hiroshi Sakurazaka, ilustrada por Yoshitoshi ABe y publicada en 2004. En 2014 ya conocimos dos versiones, una en manga bastante fiel al original a cargo de Takeshi Obata (Death Note), y otra cinematográfica, Edge of Tomorrow de Doug Liman, con Tom Cruise y Emily Blunt, que tomaba la idea central del bucle temporal y la guerra contra los alienígenas, aunque modificaba algunos elementos.

Por lo general estamos acostumbrados a ver a los unicornios como criaturas mágicas y bondadosas, muchas veces infantilizadas entre colores de arcoíris para convertirlas en ídolos de cuento. Esta película propone justo lo contrario, ofreciendo una mirada muy distinta sobre estos seres mitológicos con cuerpo de caballo y cuerno en la frente. Lo interesante es que el film toma como referencia una serie de tapices medievales reales conocidos como La Caza del Unicornio, sobre los cuales hay abundante información y distintas teorías (

Monster Island, también conocida como Orang Ikan, es una coproducción entre Singapur, Indonesia, Japón y Reino Unido escrita y dirigida por Mike Wiluan. La historia nos traslada a la Segunda Guerra Mundial, cuando varios barcos japoneses transportan prisioneros británicos hacia Japón para trabajar como esclavos. En uno de esos barcos viaja un soldado japonés acusado de traición, encadenado junto a un soldado británico justo cuando un ataque aéreo hunde la embarcación.

Slanted supone el debut en largo de Amy Wang, una sátira ácida y mordaz sobre la sociedad americana, perfectamente extrapolable a otros entornos. La directora hace crítica sobre lo fácil que lo tienen los blancos para prosperar frente al resto de razas, que se sienten constantemente menospreciadas e infravaloradas. Hay una frase en el film que lo resume muy bien: los inmigrantes vienen a limpiar las casas de los americanos.

Una de las películas más esperadas del Festival, hasta el punto de que en el pase del Auditori había gente sentada en el suelo para poder verla. La premisa ya la conocemos, una historia de casa maldita contada desde la perspectiva del perro protagonista, que está realmente fabuloso y se convierte en la auténtica estrella del film. Y cuando decimos estrella, lo decimos en serio, porque los pocos humanos que aparecen apenas muestran el rostro, con la excepción del bueno de Larry Fessenden.

Primate es el nuevo trabajo de Johannes Roberts, todo un especialista del género responsable de A 47 metros o Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City. Director de películas sencillas pero efectivas, y hay que reconocer que con Primate le ha salido bastante bien la jugada. Lucy regresa a casa desde la universidad junto a unas amigas. La casa de su padre es una gran finca al borde de un acantilado, y entre la familia se encuentra un chimpancé llamado Ben.

Cuando te anuncian un western con samuráis, uno podría esperar otra cosa, quizá más acción y más espectáculo visual. Sin embargo, Tornado va justo en la dirección contraria: la acción es escasa y, cuando aparece, resulta contenida y sin grandes alardes. La película apuesta claramente por un tono más indie que por el cine de acción que podría sugerir un enfrentamiento entre pistolas y katanas.

Daisy Ridley protagoniza esta nueva revisión del género zombi que, pese a su planteamiento inicial, acaba siendo menos de lo que promete. Parte de una idea interesante: un experimento militar fallido provoca un pulso electromagnético que mata a todos los que se encuentran en un radio de kilómetros. La particularidad está en que no todos los muertos vuelven a despertar,