La semana pasada echaron en La 2 «El padrino»; ayer, «El padrino II». Aprovecho para recordar que a las dos películas les dedicó José María Latorre unas páginas admirables en estos libros (también son espléndidas las que les dedicó a «Guerra y paz» de Vidor y a «La dolce vita»).
Hoy, Día de las Escritoras, quiero recordar que la última escritora española a la que hemos publicado es @rebecaml.bsky.social, autora de este ensayo, modélico por muchos motivos (todos confesables también). La ilustración de la cubierta es de Óscar Sanmartín.
Hoy, Día de las Escritoras, quiero recordar que la última escritora española a la que hemos publicado es @rebecaml.bsky.social, autora de este ensayo, modélico por muchos motivos (todos confesables también). La ilustración de la cubierta es de Óscar Sanmartín.
Hoy, Día de las Escritoras, quiero recordar que la primera escritora española a la que publicamos en la editorial fue @irenevalmore.bsky.social. Una buena decisión, por muchos motivos (todos confesables). La ilustración de la cubierta es de Elisa Arguilé.
Me voy a la cama hoy soñando casi con el fin de semana que viene, que lo tenemos en blanco y lo podremos llenar (o no) como queramos. A leer y a dormir. Gabon, buenas gentes. Mañana más.
«Encuentra el cadáver de un hombre que llevaba muerto 15 años en su casa de Valencia. El varón tenía dos hijos con los que no mantenía contacto». Leído en «El País». Me he acordado de esta película de Uberto Pasolini, de actualidad ahora «El regreso de Ulises».
Cualquier día es bueno para recomendar esta novela, pero hoy, Día Mundial de la Salud Mental, está más que justificado hacerlo: la novela son las memorias que el protagonista escribe a instancias de su psiquiatra. Os recomiendo esta edición, con traducción de Pepa Linares.
Hay días que esta es mi novela preferida de Galdós. La traigo a colación porque hoy es el Día Mundial de la Salud Mental y la novela comienza en el manicomio de Leganes (terribles las condiciones en las que antaño estaban los enfermos mentales en este tipo de instituciones).
Antes he recordado que en 1985 el Nobel de Literatura lo recibió Claude Simon, uno de los integrantes del «nouveau roman». Creo que, de los miembros de este movimiento, en España solo se sigue reeditando y leyendo a Marguerite Duras.
Claude Simon ganó el Nobel en 1985. Con él lo ganó el «nouveau roman» (igual que el Nobel de Aleixandre fue también un premio para la generación del 27). Encontrar un libro de Simon en una librería (no en una de viejo y no en francés, sino traducido) es casi misión imposible.
Ayer me hablaron de dos hermanas octogenarias que hace años que no se hablan. Hasta aquí, nada extraordinario. Lo que ocurre es que viven en la misma casa de un pequeño pueblo. Claro, me acordé de esta novela de Simenon, la que siempre recomiendo a quienes no han leído nada suyo.