Arman Tleyotl Carrillo
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Arman Tleyotl Carrillo
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Autor (Veinte retratos y cuatro haikús, Ando al libro).
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Perderíais necesariamente ese lado romántico y misterioso que me seduce en todas las cosas, y vuestro carácter, mejor comprendido, ya no me parecería tan original.

Mademoiselle de Maupin
Théophile #Gautier
Quizá sería yo quien dejara de amaros. Me habéis parecido encantador, pero a fuerza de veros os hubiese encontrado detestable. Perdonadme la suposición, pero, viviendo en la intimidad, sin duda tendría ocasión de veros en gorro de algodón o en alguna situación ridícula y burlesca.
Seguiríais conmigo por sentimiento de conveniencia o por no tener valor para despedirme. ¿A qué esperar a eso?

Mademoiselle de Maupin
Théophile #Gautier
Os oigo desde aquí protestar galantemente, diciendo que no soy mujer de las que cansan. ¡Dios mío! De mí como de las otras. Duraría seis meses, dos años, diez como máximo, si queréis, pero tendría un fin.
Vos me habéis tenido enteramente y sin reservas durante la noche. ¿Qué más queríais? ¿Otra noche y luego otra? Enseguida acomodaríais los días a la necesidad y así continuaríais hasta cansaros de mí.

Mademoiselle de Maupin
Théophile #Gautier
He servido de cuerpo a vuestro sueño de la manera más complaciente; os he dado lo que ya no daré a nadie más, sorpresa que no esperabais y que debierais agradecerme aún más. Ahora que os he satisfecho, me complace irme. ¿Qué hay de monstruoso en ello?
Un dulce y voluptuoso sueño le rozó los ojos con el extremo de su ala, inclinó la cabeza y se quedó dormido entre los senos de su bella amante.

Mademoiselle de Maupin
Théophile #Gautier
Suceda lo que suceda, y allá donde me impulse el destino, os juro, y es promesa que se puede cumplir, conservar un encantador recuerdo de vos, y si ya no soy vuestra amante, seré vuestra amiga como he sido vuestro camarada.

Mademoiselle de Maupin
Théophile #Gautier
y también os pido que tengáis a bien ahorrarme los correspondientes epítetos odiosos si soy yo quien os abandona… No seré más que una mujer que ha dejado de amaros. Nada más. No es necesario odiarse toda la vida por haberse acostado juntos una o dos noches.
No os pido juramento de amor eterno, ni exageradas protestas. Amadme tanto como lo quiera Dios. Yo haré otro tanto por mi parte. No os llamaré pérfido ni miserable cuando ya no me améis,
Unos senos enteramente desnudos, blancos, transparentes como el mármol antiguo, del corte más puro y exquisito, se escapaban atrevidos de un justillo muy escotado, y parecían lanzar desafíos a los besos.

Mademoiselle de Maupin
Théophile #Gautier
pero da lo mismo, la conservamos por puro orientalismo.

Mademoiselle de Maupin
Théophile #Gautier
Se encontraba en este punto de su reflexión cuando sintió que se posaba una mano sobre su hombro, una mano parecida a una paloma que se posa en una palmera. La comparación choca un poco porque el hombro de D’Albert tiene solo un ligero parecido con una palmera;
árboles; un gran cisne sumergía con reiteración amorosa su cuello y sus hombros en el agua humeante del río, y su blancura le hacía destacar en la sombra como una gran estrella de nieve. Era el único ser viviente que animaba un poco aquel paisaje opaco.

Mademoiselle de Maupin
Théophile #Gautier
Un atardecer se encontraba en su habitación con la frente melancólicamente apoyada contra el cristal, contemplando sin verlos los castaños del parque, deshojados y enrojecidos. Un vapor denso bañaba las lejanías y la noche caía más gris que negra, posando sus pies de terciopelo sobre la copa de los
«¡Oh, muy elegiaco y perspicaz joven! Soy en verdad una mujer púdica y bella, que os ama por añadidura, y que desea complaceros y también ser complacida. Ved si estáis de acuerdo y si os queda todavía algún escrúpulo, tocad esto, id en paz y pecad cuanto podáis».

Mademoiselle de Maupin
#Gautier
Me retiraré, entonces, al fondo del pasillo, como la bellísima princesa cubierta de piel de asno, y me pondré mi vestido del color del tiempo; y no llevando más que una pequeña gorguera de encaje, muy baja y suelta, le diré en el tono más patético que pueda adoptar:
lanzando invectivas a los dioses, enseñando el puño a la creación, y clavando la mirada en los pozos para ver cuál es el más profundo para arrojarse en él.

Mademoiselle de Maupin
Théophile #Gautier
Será, pues, D’Albert quien resolverá mis dudas y me dará la primera lección de amor: ya solo se trata de preparar la cosa de manera poética. Tengo ganas de no responder a su carta y mostrarme fría algunos días hasta verle muy triste y desesperado,
No sé bien qué debo hacer, admitir su requerimiento o rechazarlo; esto último sería inmoderada virtud; además, sentiría mucha pena al verse rechazado; si hacemos desdichadas a las personas que nos aman, ¿qué haremos con las que nos aborrecen?

Mademoiselle de Maupin
Théophile #Gautier
Una nube ideal se interponía entre ambos y les impedía ser felices con ese obstáculo. Evidentemente, su sueño no se había realizado y suspiraba por otra cosa.

Mademoiselle de Maupin
Théophile #Gautier
Aunque trataba a Rosette con mucha consideración y se mostraba cariñoso con ella, en el fondo no la amaba. No por saciedad, hastío o aversión, sino más bien porque no respondía a ciertas ideas, verdaderas o falsas, que él se había hecho del amor y de la belleza.
Así, mi naturaleza se manifestaría por entero; yo sería feliz por completo, pues la verdadera felicidad se cifra en desarrollar libremente los sentidos y ser todo lo que se puede ser.

Mademoiselle de Maupin
Théophile #Gautier
todo lo que de gata y de mujer tiene mi persona;luego, con mis amadas, sería atrevido, audaz, apasionado, de modales triunfantes, el sombrero sobre la oreja, porte de capitán y aventurero.
Mi quimera sería tener los dos sexos por turnos, para satisfacer esta doble naturaleza: hombre hoy, mujer mañana. Reservaría para mis amantes la lánguida ternura, mis modales sumisos y sacrificados, mis más suaves caricias, mis suspiros tenues y exaltados,