Tampoco sé si por ese libro me aficioné a la lectura. Quizá también por esa cinta me gusta tanto la radio. Era una cría. Sí sé que tengo que agradecerle el amor que doña Gloria Fuertes le dio a la Literatura.

Ya no sé si ese libro sigue en casa de mis padres, si ha ido pasando de prima en prima, si ahora está en casa de alguna vecina.

Ahora no, cariño, mamá tiene que averiguar si una persona a la que no conoce pero que una vez escribió algo tronchante sobre la ropa tendida consigue inscribirse en una asociación que hace dos días no sabía que existiera.

Al final me dice:

—¡Ajá! Nutria McNútriez Otterson. Aquí sales. Pues nada. Los emails te empezarán a llegar y el carnet... [para sí] ay mierda, es verdad, que tenemos la máquina de los carnets rota... [otra vez en tono normal] bueno, el carnet ya veremos cuándo te llega.

Ella pensaba que su pareja era un tipo majo. Que ambos eran gente de hoy en día, jóvenes profesionales que se lo iban a repartir. Que la quería, que querría a su hijo.

Se ha encontrado con que no. Está historia no es excepcional, es la norma, sólo varía el entorno.

En cambio en bosques maduros, se aprecian mosaicos de diferentes especies y portes. Hay arbustos, árboles, claros, pies caídos y mayor diversidad. Es heterogéneo.

1. Voy a estar un año para montar el jardín.
2. Lego, por fin, se ha pasado a las bolsas de papel.

No sé cómo haceros entender que es absolutamente ridículo que yo, el notrias, no esté en el Club de Amigos de la Provincia de Valladolid. Es como si Supermán no estuviera en la Liga de la Justicia. Como si Chase no estuviera en la Patrulla Canina.

La última. Siempre.