»
»
—Un poco —admitió. Era claramente un eufemismo—. Menos que ayer. Pero... no me importaría que lo miraras, si tú quieres.
—Un poco —admitió. Era claramente un eufemismo—. Menos que ayer. Pero... no me importaría que lo miraras, si tú quieres.
—No. No lo sé. ¿Por qué no me lo dices?
—No. No lo sé. ¿Por qué no me lo dices?
»
»
—No, no. Me gusta. No esperaba que fueras tan rápido, eso es todo.
Con algo de timidez, llevó su propia mano a la entrepierna de Grantaire, y le dio un ligero apretón. Suficiente para hacerle suspirar, pero no dañarle.
—No, no. Me gusta. No esperaba que fueras tan rápido, eso es todo.
Con algo de timidez, llevó su propia mano a la entrepierna de Grantaire, y le dio un ligero apretón. Suficiente para hacerle suspirar, pero no dañarle.