Lo del Bosque Kokiri, el orbe corrupto de color rojo y el fuego que lo ha desolado con pifias incluidas por parte de Linkito mejor lo dejamos para otro momento.

La brecha también es visible en el mar de números imaginarios, y un orbe de color magenta se ha colado por la fisura cayendo a escasos metros de Matt, el Becario. El pobre no ha tenido de darse media vuelta cuando el estallido de una mini supernova ha desintegrado todo a su alcance.

-- Muy a su pesar tampoco podía ir en su búsqueda porque no tenía idea de en dónde se habían llegado a separar...

¿Por qué...?

-- cerca de ella, por lo que sintió un enorme alivio en cuanto pudo llegar a un área estable y...

— ¡Pwweeeh, por... Por poco, Ephraim...! —esperen, ¿Y Ephraim?— ¿Ephraim...? ¡NOOOO, EPHRAIM!

No había podido verlo, pero algo dentro de su pecho le hacía sentirse inquieta y muy mal... --

Eirika recorre los pasillos del castillo y logra alcanzar una zona temporalmente segura, pero su hermano es incapaz de seguirle el ritmo y finalmente termina siendo arrastrado por un torrente de agua que ha reventado la puerta que tenía frente a él.

En el Reino de Renais la situación no está siendo muy diferente. Varios orbes corruptos de color azul han caído alrededor y en el interior del castillo, originando una serie de géiseres de agua oscura que están inundando todo a su paso. En otro orden de cosas, el espíritu de Lyon ha volado alto.

-- preguntarle algo, pero que no encontraba las palabras para hacerlo...

— Es bueno ver... Uh... Una cara conocida, sí... Disculpa, estoy un poco dispersa hahaha... Quizá deba de ir a beber algo...

-- reunido con él pero no dudo en que también esté por aquí... —una gotita de sudor bajó por su frente, rascándose luego la nuca— ¿Qué hay de... Ti? ¿Todo bien...?

Ay... Tenía que resguardarle de Ephraim y que no le fuera a dar una hostia nada más verlo...

— Ahm...

Se notaba que quería --

-- pero si él no parecía recordar nada y le hablaba como si tal cosa... ¿Quizá sea el Lyon de siempre...?

Eirika se perdió en sus propios pensamientos y remordimientos, que apenas pudo reaccionar a su última pregunta.

— ¡Ah! Estoy bien, sí, sí... Sobre Ephraim, aún no me he --

-- Tardó unos cuantos segundos en girarse para ver al pelimorado, haciendo que tragase de golpe saliva también.

¡Estaba...! ¡Estaba vivo! Esperen... ¿No estaría soñando...?

— ¡Lyon, estás... —no, no puede decir «vivo», sería demasiado... ¿Raro? Sí— Aquí!

... Eso no sonaba para nada mejor-.

-- Eirika no recordaba cuánto tiempo también llevaba con el resto de compañeros conviviendo en la nave... ¡Pero eran majos!

Estaba dando un pequeño paseíllo por los pasillos, al menos hasta que cierta voz resonó detrás suya... Causando que le diera un escalofrío.

¿Era...? --