No hay que callar los datos, es lo que más daño hace a los relatos de la derecha, y por eso atacan a Silvia, y a quienes como ella, dicen verdad.
No hay que callar los datos, es lo que más daño hace a los relatos de la derecha, y por eso atacan a Silvia, y a quienes como ella, dicen verdad.
Sobretodo a los cerebros
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