Cómo muchos sabréis, hace como de 7 años publiqué el que se sería mi primer libro: Manual del Perfecto dejado, en la editorial Mueve Tu Lengua. Una historia ilustrada pequeñita, formada por textos cortitos autoconclusivos pero que, al leeros todos juntos, te contaba una historia bastante completa.

Nunca he ganado mucho dinero con él. Entre que el 10% que nos tocaba se dividía en dos y que no hicieron casi campaña, pues el libro no llegó a vender su primera edición, de 4000 ejemplares. Y ahora nunca lo hará, desgraciadamente.

Tampoco quise hacerme rico. Sólo leyendo los emails que me mandaron algunos lectores y el cariño de los replies me hacían calentar el corazoncito. Para no mentiros, cobré dos veces, el primer año, unos 1000 euros. Luego ya todo venían con ventas negativas y devoluciones o 3 libros en 6 meses. Nada.

Y, siete años después, este año, tocaba la renovación o no. Me puse en contacto con ellos y no recibí respuesta. Varias veces. Eso, unido a que llevaba más de doce meses sin recibir liquidaciones (aunque fueran negativas), me hizo sospechar.
Teléfonos apagados, emails devueltos… Pintaba mal.

De manera fortuita conseguí el teléfono del bufete de abogados que llevaba el tema de MTL. Lexcorp (os juro que ese nombre es cierto).

Y ahí empezó la movida. Ediciones y Producciones Frida, S.L., me dijo, había quebrado. Y luego, que estaba en liquidación. Y luego, que había cesado actividad.

A mí ya no me cuadraba nada. Pedílos expedientes, números o casos (según versión que me dio en poco más de media hora de conversación). Me dijo que me los mandaba esa misma tarde. De julio era la tarde.

(Aprovecho un parón para insistir en que hay muchos afectados, más de 50, que hay gente haciendo cosas por separado y cosas de manera conjunta; pero no soy quién para dar nombres y voy a contar que todo lo hice yo, aunque, por supuesto, tuve ayuda y recopilamos entre todos información).

Hablé con mi gestor/abogado (si, soy de esa gente que tiene gestor y abogado) y me comentaron que, a efectos legales, la empresa que administraba Diego Ojeda estaba completamente viva. Abierta. Que no presentaba datos desde 2023 o así, pero que estaba abierta y se podía ver mediante el CIF.

Total, que en esas, llegó agosto y, con él, vacaciones, que si es que ahora el abogado no está, que si ya te escribo en septiembre,… Y en septiembre empecé a ser insistente. ¿Dónde estaban las cuentas cínico? ¿Dónde estaba el expediente para apuntarme como acreedor? ¿Y los ejemplares?

Me recomendaron mandar un burofax para, por lo menos, recuperar los derechos de la obra (ya son míos, si alguna editorial está interesada, que hable conmigo, que soy mi agente). Y entonces llegó el hachazo: los ejemplares los habían destruido. Al menos, los que estaban en almacenes propios.

¿Cómo que destruidos? Eso, además de constituir OTRO incumplimiento de contrato (el primero fue el no enviar liquidaciones cada 6 meses), es que era una putada. Y cruel. Se habían cargado a mis libritos. Y sin avisar. Sin consentimiento y sin poder recuperarlos. Me cago en la madre de Diego Ojeda.

Y bueno, yo no contaba con recuperar los ejemplares, la verdad. Diego Ojeda estaba vendiéndolos en Latinoamérica (otro incumplimiento, nunca recibimos royalties de esas ventas) y parecía que se había ido a vivir para allá. Aunque volvió a dar un concierto, Diego Ojeda “Solo” (joputa), en octubre.

Pero el caso es que el abogado se negaba (y se niega a día de hoy) a mandarme ninguna información. De momento, tras una reunión a caraperro en la que encima iba de chulito, sé que presentaron un 036 de cese de actividad a finales de enero de este año. Y un documento de destrucción de libros.

Pero, oh, sorpresa, la empresa que dice el mentecato éste NO destruye documentos. Ni directa ni indirectamente. Así que no sé dónde están los libros. Ni si existen o no. Sé que las distribuidores de España los tienen “secuestrados” por impago. He hablado con algunos.

Lo que sí ha insistido mucho el abogado es que firmemos un documento de acuerdo de “cesión de derechos” (derechos que ya tengo, recordad, por ese burofax, por incumplimiento de contrato), con, anda fíjate, una cláusula de confidencialidad con PAGO POR INCUMPLIMIENTO.

Por supuesto, no he firmado.

Pero se ve que Diego Ojeda, el administrador de Ediciones y Producciones Frida, S.L., quien maneja la editorial Mueve Tu Lengua, no quiere que se sepa que es un estafador. Porque ahora esta historia la multiplicáis por más de 50 y tendréis una idea de lo que este señor ha hecho.

Así que como, desgraciadamente, solo me queda el derecho al pataleo, y como tengo un pequeñito altavoz, pues nada, que sepáis que esto es lo que está pasando con Diego Ojeda y su empresa. Y que el abogado de Lexcorp es gilipollas. Pero esto último ya es una apreciación personal y única.

Si has llegado hasta aquí, te pediría el favor de que hicieras RT a algún bluit del hilo, porque lo único que se ve que Diego Ojeda (y su abogado) no quieren es que se sepa lo que están haciendo y cómo ha cerrado persiana dejando a autores e ilustradores con una mano delante y otra detrás.

Y ya, esta es mi historia (Patricia). Haceos con el Manual del Perfecto Dejado si tenéis la oportunidad, porque parece que ya no van a salir muchos más ejemplares y, secuestrados, destruidos o estraperlados a Latinoamérica, cada día habrá menos unidades. Me da mucha pena, pero al menos lo publiqué.