—— Es que aún no sé mutilar almas, señor hijo del rey del mar de La Sirenita. —— Como si nunca pudiesen dejar de picarse. La amaba por no quedarse callado, y por saber callarla.

El mundo siempre se resumía a las sensaciones que él lograba trasmitirle. Porque muy vivaz, o no, las funciones

—— Es cierto. Jamás le diría que quiero cortarle el cuerpo en una llamada donde la voz se me escucha particularmente rara.—— Desvía la mirada, aunque la sonrisa ladina se le marca según ese hombre perfecto se acerca. La piel le escoce por tocarlo, la mirada es cada vez más obvia, pero va por todo el

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⠀⠀⠀⠀⠀La camisa salía por sobre la cabeza, liberando los tatuajes, en sujetador, se asumó para responder.—— Me aprovecharía de tu inocencia mil veces. No tengo moral. ——Al encogerse de hombros, de verdad demostró que no mentía. Habría repetido mil veces esas situaciones
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Una respiración indignada, mordiéndole el hombro en represalia.—— ¡Yo te seduje, Percy Jackson! Me veo demasiado bonita a punto de cometer un crimen, como para no. —— Dijo la manchada en pintura, que hasta había empezado a tributar. ¿En qué mierda de buena ciudadana la había convertido?

Sólo por molestarlo, extiende la lengua por la mejilla, y dentro de la oreja. Está muy eléctrica, y eso sólo significa que va a buscar problemas.—— Vamos al parque, a los carritos chocones. O vamos a la principal, ¡y yo conduzco! oooo... Nos vamos de fiesta. Y te seduzco de nuevo.

Está tan feliz de verlo, después de su día de mierda en el trabajo, que tras los gritos corre y le salta en la espalda, llenándole de besos la mejilla.—— Hay que salir. Hay que salir. Haaaaaay que salir.

¿¿¿¿ PORQUE PUEDE ?????

AAAAAAAAAAAAAAAAA.

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MI HOMBRE. MI HOMBRE. MI HOMBRE. MI HOMBRE. AAAAAAAAA.